Antes de su éxito comercial, la portada del álbum de 1970 "The Man Who Sold the World", un disco oscuro e inquietante con un trasfondo Heavy Metal, mostraba al cantante recostado en un diván con un vestido de mujer. Este detalle, en muchos aspectos, marcó las pautas de los temas decadentes de la década posterior: desviación sexual, declive y locura, todo ello bajo el influjo de los aspectos más sombríos del pensamiento de Aleister Crowley y Friedrich Nietzsche (personajes que dos décadas después iban a ser vitales en el universo de Marilyn Manson).

Estas mismas influencias del mundo del ocultismo y la filosofía desembocarían en la almibarada secuela de 1971, "Humky Dory", que no tuvo el éxito comercial que había previsto la casa discográfica. Sin embargo, en la época de su lanzamiento, la improvisada declaración de Bowie en la que afirmaba su bisexualidad le pusieron en el punto de mira de la prensa. "The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars" supuso su gran triunfo, un álbum en el que se unían sin fisuras sus pretensiones artísticas, su irreparable talento y su concepción del despliegue teatral con unos temas pegadizos y contagiosos. El apocalíptico, futurista y decadente cantante se metió en la piel del personaje que da título al álbum, una estrella de rock cuya destrucción interna reflejaba el desmoronamiento del mundo que le rodeaba, precediendo así en un cuarto de siglo a Marilyn Manson. El tono apocalíptico de "Ziggy Stardust" afectó profundamente a Bowie, que empezó a sufrir la presión de la fama y los excesos del rock durante la grabación de su siguiente trabajo, "Aladdin Sane" (juego de palabras con doble lectura: "Aladino cuerdo" frente a "a lad insane", "un tío chalado), que se mueve por los mismos terrenos baldíos.

Muy consciente de la efímera obsesión del rock por la juventud, en los años ochenta Bowie irrumpió en otros medios, negándose así a dormirse en los laureles del ídolo de pop. Así pues, inició su carrera como actor ( en la que destacan trabajos como "Feliz Navidad, Mr. Lawrence" y "El Ansia", ambas de 1983), grabó algunas bandas sonoras, participó en algún que otro dúo inverosímil (su colaboración con Bing Crosby provocó no poco estupor) y grabó algunos trabajos teñidos de optimismo que lo separaron por fin de sus años dorados de culto a la decadencia.

En Mechanical Animals, Mariln Manson no hizo nada por ocultar la profunda influencia del Bowie de los años setenta, en sus días de gloria. Curiosamente, el proyecto de Bowie al que hace un guiño más evidente no es ninguna grabación, sino su primera película de 1976, "El hombre que cayó a la Tierra". Bowie interpretaba el papel de un alienígena que llega a la Tierra con la esperanza de llevar agua a su agonizane planeta desierto. Sin embargo, esta historia de ciencia ficción solo es una metáfora de la extraña personalidad de Bowie que expresa terrenales síntomas de alienación, una alienación, que el propio cantante atribuía a su fama, con toda la confusión y los abusos químicos que la acompañaban.
Los paralelismos con Mechanical Animals son asombrosos, especialmente en la imagen de Bowie como el asexuado alienígena de la película, y la de Marilyn Manson como el extraterrestre andrógino de la cubierta del álbum.
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