domingo, 18 de octubre de 2009

David Bowie, una clara influencia para Manson

Como artista, David Bowie ha sido tanto un modelo como un punto de referencia para Marilyn Manson. David Jones, el futuro David Bowie, nació en Londres en 1947. Sus ansias por triunfar en el Pop le hicieron pasar por varias encarnaciones como hippy, mod y cantante de cabaret, fracasando una vez tras otra. Pero en cuanto se enganchó al carro de la incipiente escena del Glam, este asombroso y andrógino artista comenzó su imparable ascenso al estrellato.

Antes de su éxito comercial, la portada del álbum de 1970 "The Man Who Sold the World", un disco oscuro e inquietante con un trasfondo Heavy Metal, mostraba al cantante recostado en un diván con un vestido de mujer. Este detalle, en muchos aspectos, marcó las pautas de los temas decadentes de la década posterior: desviación sexual, declive y locura, todo ello bajo el influjo de los aspectos más sombríos del pensamiento de Aleister Crowley y Friedrich Nietzsche (personajes que dos décadas después iban a ser vitales en el universo de Marilyn Manson).

Estas mismas influencias del mundo del ocultismo y la filosofía desembocarían en la almibarada secuela de 1971, "Humky Dory", que no tuvo el éxito comercial que había previsto la casa discográfica. Sin embargo, en la época de su lanzamiento, la improvisada declaración de Bowie en la que afirmaba su bisexualidad le pusieron en el punto de mira de la prensa. "The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars" supuso su gran triunfo, un álbum en el que se unían sin fisuras sus pretensiones artísticas, su irreparable talento y su concepción del despliegue teatral con unos temas pegadizos y contagiosos. El apocalíptico, futurista y decadente cantante se metió en la piel del personaje que da título al álbum, una estrella de rock cuya destrucción interna reflejaba el desmoronamiento del mundo que le rodeaba, precediendo así en un cuarto de siglo a Marilyn Manson. El tono apocalíptico de "Ziggy Stardust" afectó profundamente a Bowie, que empezó a sufrir la presión de la fama y los excesos del rock durante la grabación de su siguiente trabajo, "Aladdin Sane" (juego de palabras con doble lectura: "Aladino cuerdo" frente a "a lad insane", "un tío chalado), que se mueve por los mismos terrenos baldíos.

La grabación de 1974 "Diamond Dogs" presentaba un ciclo de tres canciones lejanamente basado en la novela de George Orwell 1984 (una descripción de la vida en un lúgubre estado totalitario en el futuro próximo), así como en material inspirado por el autor de ciencia ficción Harlan Ellison y por el gurú de las drogas William Burroughs. El prolífico vocalista siguió produciendo álbumes que exhibían su capacidad de adaptación, en los que interpretaba desde "rythm and blues de plástico" (Young Americans, de 1975), hasta baladas soul con matices futuristas (Station to Station, de 1976), pasando por austeros trabajos semiinstrumentales (Low, de 1977).

Muy consciente de la efímera obsesión del rock por la juventud, en los años ochenta Bowie irrumpió en otros medios, negándose así a dormirse en los laureles del ídolo de pop. Así pues, inició su carrera como actor ( en la que destacan trabajos como "Feliz Navidad, Mr. Lawrence" y "El Ansia", ambas de 1983), grabó algunas bandas sonoras, participó en algún que otro dúo inverosímil (su colaboración con Bing Crosby provocó no poco estupor) y grabó algunos trabajos teñidos de optimismo que lo separaron por fin de sus años dorados de culto a la decadencia.

Sin embargo, la importancia de David Bowie como pionero en el tratamiento musical de la desesperación bailable y la frustración futurista se vio reconocida en 1995 cuando Trent Reznor compartió gira con él, reservándole la cabecera del cartel, aunque estaba claro que Nine Inch Nails eran el plato fuerte de las actuaciones. El New York Times comentó: "Aunque Bowie y Reznor son artistas similares en algunos aspectos, en otros resultan diametralmente opuestos. Reznor es un introvertido explosivo que vocifera y se mortifica con sus particulares ormentos mientras Nine Inch Nails taladran nuestros oídos con rotundos y primitivos riffs. En todo momento sabes qué pasa por su cabeza. Por su parte, Bowie es más bien un observador imparcial que traza imágenes e insinuaciones inconexas, entrando y saliendo de las historias que cuenta. Sus canciones son más abstractas, incluso cuando las interpreta con más pasión".

En Mechanical Animals, Mariln Manson no hizo nada por ocultar la profunda influencia del Bowie de los años setenta, en sus días de gloria. Curiosamente, el proyecto de Bowie al que hace un guiño más evidente no es ninguna grabación, sino su primera película de 1976, "El hombre que cayó a la Tierra". Bowie interpretaba el papel de un alienígena que llega a la Tierra con la esperanza de llevar agua a su agonizane planeta desierto. Sin embargo, esta historia de ciencia ficción solo es una metáfora de la extraña personalidad de Bowie que expresa terrenales síntomas de alienación, una alienación, que el propio cantante atribuía a su fama, con toda la confusión y los abusos químicos que la acompañaban.

Los paralelismos con Mechanical Animals son asombrosos, especialmente en la imagen de Bowie como el asexuado alienígena de la película, y la de Marilyn Manson como el extraterrestre andrógino de la cubierta del álbum.

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